Camara
Lisboa
La fotografía analógica tiene una capacidad única para transmitir emociones y sensaciones que a menudo se pierden en el mundo digital. Su carácter tangible, el proceso manual que implica y la calidad de la imagen final le dan una dimensión más profunda que, en muchos casos, no puede ser replicada por medios digitales.
Cada disparo en una cámara analógica es un acto consciente.



Desde un punto de vista estético, las imperfecciones inherentes a la película —como el grano visible, la suavidad de los tonos o la falta de nitidez absoluta— otorgan una textura emocional. Estas características evocan una sensación de nostalgia, de estar inmerso en algo fugaz y efímero.


Camara
Londres.







Camara 110mm Agfa Happy
Oporto.




Madrid.
Cámara 110mm Agfa Happy




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